La organización estratégica de los procesos de pensamiento, junto con los hábitos productivos de la mente nos permiten llevar a cabo actos meditados de pensamiento, como tomar decisiones, argumentar y otras acciones analíticas, críticas o creativas de manera más efectiva, sin saltarnos ninguna operación clave.
Existen diversas herramientas que permiten a los estudiantes organizar deliberadamente sus procesos de pensamiento mientras los utilizan para pensar y profundizar en la comprensión de los contenidos curriculares.